Carlos Moyá ha pasado unos días en Punta Cana con su mujer, la actriz Carolina Cerezuela, y su pequeña hija Carla. Carlos, Carolina y Carla han formado una familia que está haciendo al ex tenista olvidarse de lo qué significa retirarse a los 34 años. “A mí, la verdad, me han sobrado los últimos años. Era un no parar de médicos. Ha sido un calvario. Pero no es fácil. Ver la retirada de cerca da miedo porque todavía soy joven. Uno no sabe cómo va a asumir la situación. Hay que reinsertarse en la vida real”, ha confesado a Sara Carbonero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.